Ahora que ya no estoy en Madrid quiero fijar en mi memoria las calles y las casas tal y como eran. El tiempo perdido que quisiera recuperar. Madrid era casa y hotel. En Madrid vi lo mejor y lo peor. El olor del metro, las calles sangrando, las horas muertas de la madrugada, pero Madrid nunca duerme.
Madrid es capaz de amar y odiar, de ser venerada y odiada. Madrid es todo y nada.
Madrid es especial.
Quiero recordarla tal y como era, aunque haya cambiado, aunque para mí ya no sea la misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario