20.12.10



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Yo tenía un trabajo...

Fui a trabajar a Tánger en noviembre de 2008, la crisis hizo que volviera en enero de 2010. Hoy traigo a la memoria uno de los artículos que más me gustó escribir:


'El Dorado' de los niños inmigrantes de Tánger

http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=3526678630/10/2009



Maribel Posadas.- Tánger


La Cinémathèque de Tánger acogió ayer la proyección de la película francesa ‘Welcome’, del director Philippe Lioret. El filme cuenta la historia de Bilal, un chico de 17 años procedente del Kurdistán iraquí que llega a la ciudad francesa de Calais para cruzar a Inglaterra. En Londres, se encuentra Mina, la chica con la que espera encontrarse. La película refleja la situación de los inmigrantes irregulares y las condiciones que sufren desde que abandonan sus países y cómo, muy a menudo, no consiguen llegar a sus destinos, quedándose en centros de acogida o en la calle.


Esta misma historia podría estar ambientada en Tánger. Calais es una pequeña ciudad del norte de Francia separada por sólo 34 kilómetros de Inglaterra, lo que la convierte en el punto más estrecho del Canal de la Mancha, que separa al continente europeo del Reino Unido. Numerosas personas de países en conflicto o en vías de desarrollo y subdesarrollados llegan hasta la ciudad francesa para intentar alcanzar la costa inglesa. En los días soleados y despejados, se pueden ver los acantilados de Dover.


"Me dije que este lugar era algo así como nuestra frontera mexicana, que sólo había que escarbar un poco para encontrar una historia increíble", explicó el director recordando a "esas personas que, huyendo de sus países sin posibilidades, quieren alcanzar a toda costa ese ‘El Dorado’ que creen que es Inglaterra y que tras un increíble viaje se quedan varados en Calais, martirizados, maltratados y humillados a sólo unos kilómetros de las costas inglesas".


Sin embargo, el caso de Tánger es, si cabe, mucho más flagrante que el de Calais. Son 14 y no 34 los kilómetros que separan a Tánger de España y de Europa. Tánger y Tarifa (Cádiz) no son sólo los extremos de dos países diferentes, son también de dos continentes, uno el más pobre del mundo y el otro, emblema de la modernidad y la prosperidad económica. Tánger y Tarifa son la punta de lanza de dos culturas y dos religiones bien diferenciadas y en cuyos territorios se vive a diario el drama de dos mundos a menudo contrapuestos. En los días en que el cielo está despejado, se puede ver perfectamente la costa española y hasta los molinos de Tarifa. En ‘Welcome’ se ven escenas que “podrían haber sido rodadas en el puerto de Tánger”, afirmó Mohamed Bouchammir, de la asociación Al Khaima de Tánger, en un debate que tuvo lugar tras la proyección de la película.


Según explicó Bouchammir, en el puerto de Tánger se puede ver a diario a niños que se cuelan en los camiones que cruzan el Estrecho para llegar a Tarifa o Algeciras, en la provincia de Cádiz. “Los niños burlan la seguridad para meterse en los camiones, nadan desde una parte a otra del puerto para evitar los controles que la policía hace a los camiones, y cogen a una perra para distraer a los perros policías…”. Imágenes muy similares a las que se ven en la cinta de Lioret.


Mohamed Bouchamir trabaja desde hace mucho tiempo con menores emigrantes. “Son niños que proceden de familias muy desestructuradas y tienen normalmente problemas con sus familias. Proceden de diferentes ciudades, principalmente de Beni Mellal, pero también de Rabat, Casablanca o Tánger, entre otras, y están en la calle, en Tánger”. Este educador social precisó que “cuando la policía coge a los niños, los lleva a la comisaría y luego a la plaza de toros –en desuso como plaza- y no sabemos qué pasa allí”.


Por su parte, la presidenta de Al Khaima, Maha Raissouni, informó de que el trabajo de la asociación consiste principalmente en “hablar con la familia del menor y protegemos siempre el interés de los niños según la Convención de los Derechos del Niño y hacemos también formación para actores sociales que proceden tanto de España como de Marruecos”.

Los miembros de la asociación Al Khaima aclararon que no todos los menores que quieren emigrar lo hacen en situaciones de desesperación económica, sino que “los motivos son muy variados”. En general, les mueve la idea de que en España –a donde pretenden llegar al colarse en los camiones- se vive mucho mejor que en Marruecos y a menudo huyen de situaciones familiares difíciles, de problemas con los padres, y además, son también menores que no van bien en la escuela.


El público presente en la gran sala del Cine Rif se animó en un interesante debate sobre la situación de estos niños y la posición de la Unión Europea y Marruecos en el asunto de la inmigración irregular. Uno de los participantes formuló una pregunta que, por el ritmo del debate se quedó sin respuesta: “He oído que la Unión Europea paga a Marruecos para que los inmigrantes no lleguen a Europa… ¿Esto es verdad? En cierta manera, tiene sentido porque a Marruecos no creo que le interese tener retenidos a inmigrantes de otros países…”.


Otro de los que intervinieron, Adam, un joven marroquí que también trabaja en el ámbito social, criticó “la falta de protección de las personas que trabajan con menores en Marruecos”, a lo que Maha Raissouni agregó: “No hay una ley que nos proteja de todas las situaciones que vivimos día a día en la calle cuando trabajamos”. Por último, en el debate se criticó también la falta de eficacia de la llamada cooperación para el desarrollo.


‘Welcome’, estrenada en Francia en marzo de este año, recibió el premio Label Europa de la sección Panorama de la Berlinale, y cuenta la relación que se establece entre un monitor de natación y un joven iraquí que pretende cruzar a nado el Canal de la Mancha. La proyección de la película no estuvo exenta de polémica en Francia por la comparación que el director Philippe Lioret realizó de la persecución policial a la que están sometidos los inmigrantes ilegales en la actualidad con la persecución de los judíos por los nazis, lo que provocó la reacción del ministro francés de Inmigración, asegurando que el símil era desproporcionado.


La película se proyecta hoy en el Instituto Francés de Tetuán a las 18.30.