El pesimismo del cambio

Me haría muchísima más ilusión manifestaciones como las de hoy, si después el PP (o el PSOE) no sacara mayoría absoluta.

No tengo la emoción de antes, ni tengo la ilusión. Se rompió el 22-M de 2011, aquellas elecciones municipales en las que el PP ganó mucho terreno y sobre todo aquel 20 de noviembre con la mayoría absoluta del PP en el Gobierno central.

Pero alabo que la lucha siga. Motivos sigue habiendo y muchos más que antes. Intentamos sobrevivir con lo que podemos, hacemos malabares, incluso literalmente, nos reinventamos, cambiamos de profesión o nos vamos a Alemania, Francia o Inglaterra. Ya son muchos países los que no quieren al emigrante español. Pero la realidad, por ser habitual, no deja de ser penosa.

Manifestación de los mineros, manifestación de profesores, huelga de transportes en Madrid, huelga de Renfe, manifestación de estudiantes, manifestaciones en los centros de salud. Este país se ha convertido en esto. Es el día a día. En Madrid, sobre todo, protestar se ha convertido en una sana costumbre. También las cargas de la policía.

Es inútil negarlo. Hay miedo. A favor de las manifestaciones pero no de que me lleven al hospital. La gente dice "parece que estamos en 'Cuéntame'; seguimos 'Atrapados en azul'; "es un momento histórico"... El romanticismo se pierde cuando las protestas y las cargas policiales son enfrente de tu casa.

Nos queda por conocer el desenlace. ¿Es ser muy pesimista pensar que nada va a cambiar?

Días para escribir

Hoy es un buen día para escribir.

Empieza el otoño.
Resaca de enfermedad.
Hoy es un buen día para escribir.

Es domingo.
Llueve y ya es otoño.

El verano se ha ido, como siempre, sin darnos cuenta.
Sin playas, ni sol, ni arena.
Ni piscinas en Madrid.

El verano se ha ido y no ha dicho adiós.
Cerró con un portazo.

El verano en Madrid, parecido a un desierto habitado.
Así fue,
y se pasó.

Pero, "qué bueno estar en casa, vuelvo a Madrid".