19.12.11

Infinita tristeza

A menudo me produce infinita tristeza el metro. Caras tristes yendo a trabajar o buscando trabajo. Caras cansadas, caras de sueño. Inmigrantes que piden de día y roban de noche porque no tienen para comer, porque no tienen nada o porque lo perdieron todo. Y más tristeza aún me da no poder hacer nada, sólo ir a trabajar un día más en algo en lo que nunca pensé y que mi madre no entiende. Y pienso como Paquito Martínez Soria: La ciudad no es para mí y echo de menos Córdoba. La gente más relajada, con menos dinero pero más feliz