11.7.11

11 de julio de 2010

El optimismo y el orgullo nacional que el Mundial dieron a España hace un año fue enorme pero no duró demasiado, en parte, afortunadamente. Muchos despertaron el 15 de mayo. Hoy necesito una buena dósis de optimismo como el del 11 de julio de 2010 porque me cuesta encontrar la esperanza o será que no sé buscarla...
Desde esta tele vi la final.
Es la magia del fútbol y el deporte. El circo te hace olvidar por algunos instantes la infelicidad que nos rodea.

Cuando Iniesta marcó el gol, unos se marearon, todos saltaron, nos abrazamos, lloraron unos, otros nos quedamos mudos y nos entraron las prisas por oír el pitido final. ¿Podrá repetirse esto el año que viene en la Eurocopa? Sería demasiado ya, después de 2008 y 2010.

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