12.1.13

Carlos Cano, la forma de ser andaluz

Carlos Cano es un caso único. Sin ser una estrella, sin ser el más famoso de nuestros cantantes, es uno de los más queridos. Más que cantante, es un cantor del pueblo, un cantautor sin chaqueta de pana. Un cantautor con todo lo que de bueno tiene esa palabra.

Su voz es suave y grave. Es difícil expresarlo. Pero se siente. Hace poco supe que ese tipo de voz suya recibe el nombre de trémula. Como un susurro. Carlos Cano, granaíno con mucho de gaditano. Es voz antigua y nueva, es la canción tradicional y popular andaluza que llega a los más jóvenes, a los escépticos.

Me aficioné tarde a él, después de su muerte, en diciembre de 2000, ahora vuelve a aparecer en televisión. Acaba de salir a la venta un disco inédito de su última gira "Granada, Nueva York, La Habana". Carlos Cano, a la altura de voces (y autores) clásicas de nuestro país como Serrat, María Dolores Pradera pero también de voces más 'modernas' como Sabina.


"Ser andaluz es la forma 
que yo tengo de ser persona".



En mi opinión, Carlos está demasiado olvidado. Andaluz como nadie, dignificó la copla, el fado. ¿Cuántas personas en España y sobre todo Andalucía conocen estos generos sólo por él?

Poeta, cantor, emigrante en su juventud en Suiza y Alemania. Uno de tantos andaluces universales. Como Picasso, como Lorca, como Alberti, Cernuda, Machado, como Sabina (otro gran defensor de la copla andaluza y española). Verde, blanca y verde está considerado el himno no oficial de Andalucía. "Ser andaluz es la manera que tengo de ser persona".


Escrito por Antonio Burgos, Cano cantaba:
 "No es ni canción ni española, 
es copla y andaluza".

Carlos Cano tenía una versatilidad que no se quedaba en la copla o en el fado. Compuso cuecas, tangos, boleros, rumbas, sambas, nanas, murgas de carnaval y temas intimistas.

El fado 'María la portuguesa' es su obra más célebre. Una historia convertida casi en leyenda. La historia de amor entre una misteriosa mujer portuguesa enamorada y un marinero andaluz. Carlos Cano se inspira en un hecho real, una noticia que le sorprende, entre Ayamonte (Huelva) y Villarreal de San Antonio (Portugal).





Compuestas por Antonio Burgos, 'Las habaneras de Cádiz' es otra de sus delicias.

Yo siempre me digo que tengo varias vidas. Tantas como ciudades en las que he vivido. Cádiz es uan de ellas. Con su gente, mis amigos, conocidos y enemigos. Cádiz es una de esas vidas. Carnaval, Carlos Cano, coplas... todo está relacionado.

El periodista y escritor Antonio Burgos explica al final de este siguiente video, como los dos, se peleaban por una misma novia. Burgos, sevillano, y Cano, granaíno, rivalizaban por su novia Cádiz. El periodista recuerda que él conocía los dos amores de Carlos Cano: "Ttengo un amor en La Habana y el otro en Andalucía...".





Mi parte preferida de este último vídeo es la cantada con el coro de Julio Pardo (min. 4.20). Y las palabras al final del loco de la colina.

Fruto de su unión con el Carnaval de Cádiz también compuso La Murga de los Currelantes, la que podría ser perfectamente el himno del 15M.





 Ay Señor, la que armaron, la que liaron con la salida
de la masonería y la subversión.
La pelota, los toros, la lotería y las quinielas,
el Seíta, las letras, un televisor.
Yu's pikinglis, turismo, sofico, renta, los alemanes,
bombas en Palomares... ¡vaya por Dios!

Y ahora con el destape de teta y trota, los camuflajes,
las serpientes con traje de santurrón.

Y es que las dentaduras ya no están duras pa estas huesuras
y llega la rotura y el personal
que ha sentao endiquela como se jalan de carca a carca,
mientras cuecen las habas suelta el cantar:

 
¡María!
Coge las riendas (de) la autonomía.
¡Marcelo!
Que los paraos quieren currelo.
¡Manué!
¿Con el cacique qué vas a hacer?
Po le vamos a dar con el tran tracatrán,
pico, pala, ichimpún!, y a currelar,
parabán parabán parabán pan pá.


Esto es la murga, los currelantes,
que al respetable buenamente va a explicar
el mecanismo: tira palante
de la manera más bonita y popular.
Se acabe el paro y haya trabajo,
escuela gratis, medicina y hospital.
Pan y alegría nunca nos falten,
que vuelvan pronto los emigrantes,
haya cultura y prosperidad.


¡Maroto!
Siembra la tierra que no es un coto.
¡Falote!
Que ya está bien de chupar del bote.
¡Ramón!
Hay que acabar con tanto bribón.
Po le vamos a dar con el tran tracatrán,
pico, pala, ichimpún!, y a currelar,
parabán parabán parabán pan pá.

Esto es la murga, los currelantes,
que al respetable buenamente va a explicar
el mecanismo: tira palante
de la manera más bonita y popular.
Se acabe el paro y haya trabajo,
escuela gratis, medicina y hospital.
Pan y alegría nunca nos falten,
que vuelvan pronto los emigrantes,
haya cultura y prosperidad.


Ay, Maricruz, no había salido de su puño, pero la cantaba como nadie y es sin duda otra de mis preferidas.



Carlos Cano nació en Granada y renació en Nueva York, provincia de Graná, como él decía. En 1995 fue ingresado por un aneurisma disecante de aorta. Fue trasladado en un avión-ambulancia a Nueva York por decisión familiar. Tras una complicación, finalmente falleció el 19 de diciembre de 2000.

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